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viernes, 6 de junio de 2008

APROXIMACIÓN A LOS FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DE LA INVESTIGACIÓN

APROXIMACIÓN A LOS FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DE LA INVESTIGACIÓN (1)

Elaborado por Jairo J. Castañeda Gutiérrez
Correo Electrónico laluzdelposte@gmail.com

La investigación como búsqueda, propuesta de solución y parte integral de la problemática social del país y del mundo, así como elemento fundamental a asumir por el hombre (unidad de géneros), exige de este último, el conocimiento, comprensión y desarrollo de un marco filosófico que ha de iluminar la identificación de métodos o caminos a seguir en su formación personal, intelectual y espiritual. Este marco comprende unos procesos que van más allá de las particularidades que se escojan para llegar al conocimiento de los problemas sociales o de algún aspecto de ellos.

EL ESTUDIO Y LA INVESTIGACIÓN
En la investigación es necesario partir de la realidad empírica. O sea, de las circunstancias concretas que determinan la existencia del objeto y/o fenómeno a estudiar. Que involucra las intencionalidades o causalidades, su devenir, así como lo que él mismo es, sus características. Asimilándolo al detalle estudiando las múltiples determinaciones, relaciones interestructurantes y expresiones que tiene en los diferentes contextos, espacios, períodos y etapas por las que atraviesa y hace parte como realidad, así como las diferentes formas de darse.

Hay que estudiar cada objeto y/o fenómeno como parte integral de una totalidad, que incluye elementos naturales, sociales, económicos, políticos, históricos, éticos, espirituales, etc. Desarrollando un análisis que haga énfasis en los procesos colectivos, de interdependencia de las partes que constituyen un todo. Permitiendo establecer las relaciones vinculantes e interestructurantes, que hay entre ellos. Asumiendo las acciones humanas como propuestas y respuestas a las necesidades del hombre, en el marco de las relaciones de dependencia que se mantengan frente a las políticas mundiales, determinadas por el lugar que ocupa el país de acuerdo a la división internacional del trabajo dentro del proceso de globalización. O sea, tener en cuenta las características que identifican a cada parte constitutiva del todo llamado sociedad mundial, nacional regional y local en su íntima relación con el medio ambiente natural.

Distinguir, interpretar, analizar y argumentar, en el marco de lo anterior, el papel determinante, en última instancia, del o los elemento que encierran las contradicciones básicas que permiten la existencia y desarrollo del fenómeno y objeto estudiado. Este proceso es comprobable en la práctica, en el reconocimiento del movimiento incesante de la realidad como aspecto sustancial a tener en cuenta y determinante, en última instancia, de las hipótesis o propuestas que se hagan como resultado de la investigación realizada.

Llegar al vínculo interior fundamental, a la esencia de las cosas, en este caso, a las características que manifiesta el fenómeno que se estudia y a las problemáticas que lo originan concibiendo y elaborando esa esencia, en tanto concepto, como ágil, en movimiento, no estática. Lo esencial es aquello que reúne las contradicciones básicas del fenómeno, sin lo cual el fenómeno que se estudia no existe.

Lo esencial no siempre es lo más notable, ni lo más sencillo, ni lo que más se da, ni lo que apareció primero. Lo esencial está determinado por lo que garantiza el origen, desarrollo, continuidad y por ende el perecer del fenómeno estudiado, su autodesarrollo.

Hay que considerar a cada fenómeno y objeto que se investiga, como elemento que existe en sí mismo, en conexión con el pasado. Por lo que hay que establecer la necesidad de estudiar todos los momentos de su desarrollo, para conseguir una conciencia critica de los procesos históricos inseparables que lo constituyen, con el fin de lograr la mayor aproximación a su realidad.

En otras palabras, todo fenómeno, objeto o acontecimiento, hace parte o es continuación dialéctica de todo un proceso de desarrollo de la realidad, de la búsqueda de solución a los problemas sociales de un país, si es un hecho social, histórico cultural, independientemente de la orientación o fines políticos que se persigan con ella. Razón por la cual hay que tener en cuenta todos los presupuestos teóricos e históricos que han culminado en lo que ella es.

Todo el proceso de asimilación empírica de los fenómenos de la realidad de la que hacen parte, así como de los conceptos, juicios y razonamientos que se vayan elaborando, en correspondencia con lo que se investiga sobre ellos, se concebirán y elaborarán conscientemente bajo el carácter de hipótesis. Se utilizarán con conciencia de su inconclusión, de su carácter dialéctico, se comprenderán como parte de un proceso. O sea, obedecerán, en última instancia, a la conciencia histórica y social de la que hacen parte.

Lo singular no puede concebirse e instituirse como universal, aunque se reconozca la expresión de elementos de este último en aquel. Hace parte de una continuidad, concatenación, de una interrelación histórica, de la que hay que ser consciente. Pues, así como la realidad no se detiene y se particulariza, singulariza e individualiza, el pensamiento del hombre como sujeto y, en última instancia, parte de ella tampoco debe detener su capacidad de reflejar mediante elaboraciones teóricas ese movimiento real. Convirtiéndose e interviniendo como variable fundamental en su continuación y existencia material y cognoscitiva, dándole sentido y significado, acercándose al máximo posible a lo que ella es, aportando a su construcción.

LA EXPOSICIÓN Y LA INVESTIGACIÓN
La exposición es parte integral permanente del proceso de investigación. Ella acompaña al hombre en su acción como investigador, en la medida en que el enfrentamiento cognoscitivo que caracteriza esta actividad humana exige el estudio e implementación de un marco teórico cada vez más profundo. En todas las etapas que la caracterizan, desde el mismo momento del surgimiento de la idea de investigación, de la identificación del problema, hasta la presentación del informe final, la investigación es un constante estudiar, exponer, enriquecer teorías provenientes de diferentes paradigmas científicos, que culminan necesariamente en la creación de nuevos conocimientos.

Para desarrollar ese sentido es necesario tener en cuenta e implementar los siguientes pasos y/o momentos en todo el proceso investigativo. Específicamente en el informe final

Toda exposición científica debe comenzar por el aspecto o elemento, que como producto de la investigación, se obtuvo como esencial, en tanto encierra la (s) contradicción (es) fundamental(es) del o los fenómenos o acontecimientos estudiados. Este elemento ha expresarse de manera transversal y permanente en todo el desarrollo de la exposición. Demostrándose en todas las hipótesis y argumentos que se den a conocer como producto de la investigación realizada.

Hay que tener en cuenta el grado de desarrollo de la ciencia en el o los campos de investigación y/o de estudio de que trata lo investigado. Haciendo énfasis en lo actual, lo vigente. En este sentido no sólo serán las últimas investigaciones o aportes teóricos acogidos por la comunidad científica internacional, sino los avances en la ciencia o los paradigmas cuyas tesis y sustentaciones sobre las problemáticas de que se trate tengan vigencia como aportes a la humanidad, independientemente del momento o época en que fueron elaborados.

Tener en cuenta el grado de desarrollo de la realidad investigada y/o estudiada, en tanto la búsqueda debe ser lo nuevo, lo singular, aunque se tengan en cuenta lo particular y lo universal como marco obligatorio de su expresión. Esto implica la necesidad de identificar y desarrollar las formas específicas y actuales que asume la realidad en el momento en que se realiza el estudio o la investigación. Comprendiendo lo nuevo y lo que permanece como producto histórico de lo estudiado.

ELEMENTOS METODOLÓGICOS A TENER EN CUENTA DESDE ESTE MARCO FILOSÓFICO.
Toda concepción teórica, propuesta o tesis que se exponga debe ser producto de la investigación. Retomando en ella los elementos más importantes alcanzados por el conocimiento humano, sus aportes, independientemente de la época en que se lograron. Constituyéndose lo investigado en continuación más cualificada de lo desarrollado por el pensamiento humano hasta ese momento.

La relación de continuidad ha de ser o tender a la superación dialéctica de lo hecho hasta ese momento, a partir de lo que las mismas condiciones de estudio determinen y/o permitan. O sea, más allá de lo que la materia misma permite no es posible avanzar en la conformación de teoría. En adelante a esa situación se continúa en el terreno de las hipótesis.

El proceso de mediación científica, de penetración de la capacidad intelectiva del hombre en el estudio de la realidad para conformar y construir ciencia en cualquiera de sus campos, es difícil. En tanto implica superar la superficialidad del conocimiento cotidiano, sensible, que no trasciende el nivel de la percepción, como condición indispensable para llegar a niveles de profundidad en el conocimiento, a la esencia de los fenómenos.

En los procesos investigativos hay que apuntar a los aspectos y/o niveles cuantitativos y cualitativos del fenómeno. Haciendo énfasis en la interdependencia interestructurante existente entre ellos. Lógicamente ha de darse la exposición sustancial de dichos aspectos. Lo determinante, en última instancia, es lo cualitativo. Si se investiga con conciencia de lo que se hace con la cantidad, o sea, con una concepción clara del papel que juega lo cuantitativo entonces se concebirá como una vertiente científica.

La investigación y el análisis no deben darse sólo en lo cuantitativo, pues, él tiene su validez en cuanto dato, magnitud. Puede ser o servir para demostrar aspectos de desarrollo de los fenómenos. Por si solo no puede aportar conclusiones, sobre todo, cuando no devela la esencia o no llega a niveles de profundidad esencial. En tanto puede ser interpretado y analizado desde diferentes paradigmas e intereses. Hay que identificar la importancia de lo cuantitativo de acuerdo a las posibilidades y necesidades históricas, concretas del contexto.

La explicación de lo esencial concebido y elaborado como producto del proceso de investigación, debe expresarse en la forma más sencilla posible, sin atentar contra la naturaleza o esencia misma del fenómeno investigado. Esto lo ha limitado el paradigma exterior y material predominante en el hombre. Por el cual es más fácil estudiar el organismo desarrollado, en su expresión más latente o perceptible, que la célula esencial que lo determina, la cual se encuentra haciendo parte de todas las manifestaciones de él, pero en su interior.

Esto es más difícil en los fenómenos sociales, en tanto lo predominante como búsqueda y elemento a utilizar en el análisis de ellos depende de la capacidad de abstracción del sujeto, constituyéndose lo abstracto simultáneamente en elemento esencial de dicho análisis. O sea, la capacidad de abstracción como operación mental y la abstracción como resultado de ella o categoría teórica a obtener en las condiciones específicas de cada fenómeno. Lo sutil como lo esencial a elaborar, a buscar.

Para el científico de las Ciencias Naturales, los espacios en que dichos fenómenos se expresan, aparentemente son de más fácil identificación, estudio y análisis. Es más, en ciertas circunstancias, en el desarrollo de sus hipótesis, el científico natural puede manipular las condiciones, crearlas en el laboratorio, al punto que puede obtener los resultados previstos con más exactitud, de acuerdo a las posibilidades y necesidades que determinen su búsqueda. Lógicamente su labor debe involucrarse en el contexto histórico social nacional y mundial en que desarrolla sus actividades, como parte integral de él.

Para el científico social la identificación, estudio y manejo de las condiciones en que se dan los fenómenos son más difíciles, pues se trata de la expresión consciente o no de las voluntades de las personas que constituyen y construyen su espacio cultural. Teniendo cada uno de ellas intencionalidades internas, estructuras mentales, conocimientos diferentes en correspondencia con la condición social, grupo o clase social de las que hacen parte en un período determinado de la historia y en condiciones geográficas específicas.

Corresponde entonces al científico social, identificar el espacio social en que se da, de manera sustancial, tanto cuantitativa como cualitativamente, el fenómeno histórico-social que estudia y/o investiga. De tal manera, que si requiere de la manipulación de condiciones ha de hacerlo desde el reconocimiento de dos variables fundamentales. La subjetiva correspondiente a lo que cada persona y/o grupo social comprende, desea, le interesa. La objetiva que es la situación económica, política e histórica, característica de dicho espacio como producto del esfuerzo conjunto de los diferentes individuos en el marco de las relaciones sociales construidas y establecidas, expresada en el desarrollo de fuerzas productivas alcanzado. Como se podrá observar el hombre y sus acciones materiales, intelectuales y espirituales, es parte esencial de su propia existencia.

En última instancia, el científico social debe hacer análisis concreto de realidades concretas. O sea, aunque no se encuentre en el espacio clásico del desarrollo del fenómeno estudiado, debe establecer las posibilidades universales que le corresponden, pero, hacer énfasis, principalmente, en la singularidad que es la que, en última instancia, lo que demuestra los niveles de desarrollo de la realidad.

El interés fundamental es establecer las leyes que rigen el desarrollo de los acontecimientos histórico-sociales que caracterizan el espacio social que se estudia, tanto en el plano general, como específico. Cómo se expresan las leyes generales que rigen los fenómenos, al ser humano y cómo se manifiesta el período histórico de que se trata en el contexto estudiado. En la búsqueda de lo esencial, que es aquello que determina en última instancia, su existencia. Tratando de aprender lo nuevo que, en última instancia, muestra la diferencia y el grado de desarrollo individual de lo investigado.

El hombre como individuo y ser social debe afrontar el estudio, la investigación como parte de su aprendizaje. Desde el deseo de pensar por su cuenta, de autoconstrucción de si mismo como sujeto en el plano conceptual, autoconsciente, autovalorativo, cuyo objetivo es la autorrealización alrededor de su relación con los demás, la humanidad y el medio ambiente natural.

En este marco el aprendizaje es entendido como proceso consciente a través del cual el hombre (unidad de géneros) identifica, capta, selecciona, asimila, reconstextualiza los datos e informaciones provenientes de su vinculación con la realidad natural, personal y social en que se encuentra, elaborando conocimientos, habilidades, actitudes, comprensiones, que desembocan en modificaciones mentales duraderas, con las cuales configura sus estructuras mentales, enfrenta su cotidianidad preparándose para la vida.

1. Este trabajo, en lo fundamental, hace parte del Módulo de Problema Social del Segundo Semestre del Programa de Trabajo Social La Universidad de La Guajira, Extensión Maicao, elaborado por el autor de este escrito en el año 2005.