Sólo el estudio, la investigación, el diálogo y la reflexión sobre la vida del hombre en todas sus dimensiones nos acerca a la verdad.

lunes, 25 de junio de 2007

Propuesta De Manejo Teórico Práctico De Las Ciencias Sociales En Las Aulas

Presentación

Atreverse a presentar una propuesta sobre el manejo teórico y práctico de las Ciencias Sociales para el trabajo con los estudiantes en las aulas, desde los Lineamientos de ellas, emanados del Ministerio De Educación Nacional, se constituye en un reto de gran importancia que vale la pena afrontar si se quiere aprender a pensar por sí mismo, con conciencia de la crítica a la que uno se somete y, como producto de ese proceso, hacer el esfuerzo por elaborar nuevas explicaciones acompañadas de acciones prácticas nuevas.

Los Lineamientos y los Estándares son elementos determinantes en la práctica pedagógica de Las Ciencias Sociales. Independientemente de la propuesta ética y política que se pueda inferir en ellos. Desde las posibilidades de su aplicación y de lo que se puede alcanzar implementándolos, es posible considerarlos como una ayuda para el desarrollo de la Comunidad Educativa. Inicialmente para estudiantes y docentes y en el futuro para padres de familia y demás miembros de ella.

Con esta propuesta se trata de dar a conocer lo que se ha venido haciendo con los estudiantes. De pronto sin luces o bajo otras orientaciones. No exactamente las que se desprenden de los Lineamientos del área. En el fondo es expresar el fruto conceptual de la contrastación de lo hecho en las aulas, con la mínima interpretación que se ha logrado tener de Lineamientos y Estándares hasta hoy.

El esfuerzo ha sido fructífero. Se ha mejorado en el desarrollo de las actividades. Pero, hay que aclarar, se está empezando, se están dando los primeros pasos. Cada quien marcha a su ritmo, pero desde las posibilidades individuales, hay aportes que se comienzan a tener en cuenta.

Todo comienzo es duro. Sobre todo si no se quiere tomar el presente de la misma forma como se han tomado muchas de las propuestas de cambio que se han formulado hasta ahora. Hay que tratar de retomarlas. Entender el momento actual y su propuesta educativa, en unidad indisoluble con el pasado. O sea, que la exclusión y la superación tomada en sentido unilateral no sea la búsqueda, la cual lleva a rupturas y a separaciones no existentes. Sino analizarlas y apropiarse de ellas en su relación de continuidad dialéctica, más allá de las tensiones y/o contradicciones que, como es lógico, les son inherentes.

Propósitos

Promover en los estudiantes la capacidad de reconocer, relacionar y manejar los conocimientos provenientes de las Ciencias Sociales en el país y el mundo, con sus saberes acerca del medio en que están, con la forma en que ellos se dan, identificando e integrando los aportes específicos que se hacen.

Colaborar en la formación de habilidades, capacidades y destrezas en los estudiantes para comprender su realidad y propiciar su transformación. Motivándolos para que aprendan desde y frente a las necesidades inherentes del mundo, del país, de la comunidad de la que hacen parte, reconociendo los elementos que constituyen su identidad, su problemática social y el papel a cumplir en este contexto.

Promover la apertura de espacios de participación permanente, que faciliten el dar a conocer las interpretaciones y elaboraciones que cada estudiante hace de los Problemas Sociales, locales, del país y del mundo, así como de sus experiencias y reflexiones, como parte del contexto en que está inmerso y de las necesidades históricas del hombre, en tanto devenir prioritario a afrontar.

Justificación

La implementación de esta propuesta se explica necesaria en tanto colaborará en el desarrollo, entre otros, de los siguientes aspectos indispensables en la formación de la personalidad de los estudiantes:

La capacidad de valoración de los niveles de participación individual y colectiva del hombre en cada uno de los contextos en que se mueva, sea mundial, nacional, regional y local.

La valoración crítica de los componentes y los aportes de la estructura económica, política y social del mundo, el país y la región.

El establecimiento de las relaciones de continuidad que existen entre las elaboraciones conceptuales y los hechos históricos propios de cada parte del país, con las concepciones y las propuestas políticas y sociales que se dan en el mundo.

La situación del estudiante en sus posibilidades históricas, sociales y culturales para, a partir de ellas, desarrollar su labor como profesional y ciudadano.

Las posibilidades para que cada reflexión, palabra o acción que inicie y desarrolle el estudiante como ciudadano, conduzca hacia la apertura de espacios en los que cada persona con la que interactúen, exprese sus ideas, reconociéndole su validez como el aporte que individualmente hace cada quien, comprendiendo que la realidad es una construcción colectiva.

Las condiciones para que el estudiante elabore y asuma propuestas que faciliten la identificación, el estudio y la apropiación de los elementos históricos sociales y políticos necesarios para identificar y desarrollar su identidad.

Marco Teórico.

Partimos de un criterio fundamental. Todos los procesos de elaboración teórica, ideológica, afectiva y/o cognoscitiva, corresponden, en última instancia, al grado de desarrollo que ha alcanzado la realidad histórico-social o el medio en que se desenvuelve y del que hace parte el hombre como sujeto, expresando su madurez. En otras palabras el manejo teórico, la sensibilidad o el manejo racional de las actividades del individuo, la apropiación subjetiva que hace toda persona, van de la mano con lo que acontece en la realidad. El hombre en su relación con ella interactúa con lo que le rodea, percibiendo y elaborando teóricamente lo que ella en su desarrollo muestra.

Dentro de esas manifestaciones se encuentran las estructuras mentales que el hombre como sujeto va construyendo y los procesos y conceptos que con base en ellas va elaborando y convirtiendo en argumentos y referentes conscientes que se constituyen en base y/o resultados anticipados de sus acciones exteriores e interiores.

Lo expuesto no niega el movimiento aparentemente libre de los conceptos, de las categorías que el hombre elabora, en la búsqueda y desarrollo de su propia dinámica. En la cual ellas se independizan de la realidad, se abstraen de ella, pareciendo que no corresponden a ella, pero, conservando el paralelismo de conjunto que caracteriza la ínterestructuración entre el conocimiento y la realidad.

Esto es válido en tanto el hombre como sujeto elaborador es capaz de sustraerse del medio, del contexto del que hace parte, elevándose al movimiento de las categorías, desarrollando hipótesis de trabajo o convirtiéndolas en teorías que al mismo tiempo son y hacen parte de la realidad, de su desarrollo, configurando el proceso necesario para la elaboración que hace el sujeto de su propia realidad especifica y universal.

Ese es el proceso que se lleva a cabo en el desarrollo de todos los momentos, aspectos y expresiones del conocimiento, sentimientos, actitudes y acciones del ser humano. Ese proceso se da, en esencia en todos los campos del ser y el saber humano, constituyéndose en el elemento fundamental de su vida.

En este sentido, los seres humanos aprenden, en tanto identifican, escogen, recontextualizan, aprehenden y asumen para sí lo que ellos consideran determinante para la vida. Por ello, realizan todo un proceso de elaboración conceptual, cuya mayor o menor cercanía a la realidad depende de:

1) El grado de profundidad que tenga la información o el conocimiento elaborado por el sujeto.

2) Su posición consciente o no frente a la realidad y a su propia elaboración.

3) El uso que haga de su elaboración conceptual en la cotidianidad, en su vida, como expresión actitudinal.

De la misma forma, el aprendizaje, la consiguiente elaboración conceptual sobre lo aprendido y la actitud que asume el sujeto frente a la realidad de la que hace parte, se constituye en una posición ideológica, ante la vida, ante sí mismo y los demás, teniendo obligatoriamente, el ser humano, que despertar ante ese hecho trascendente, como única condición que le ha de permitir ser realmente Hombre.

El acto definitivo en la conversión del ser humano, es la interiorización. Entendida como proceso de elaboración de percepciones, representaciones, extraídas de la observación, estudio, investigación, interpretación, análisis y valoración de la realidad y de sí mismo, llegando a la construcción de conceptos, juicios, razonamientos, argumentos, que han de expresarse en actitudes, acciones concretas individuales y colectivas cualitativamente diferentes, profundas y autotransformadoras.

La acción del hombre como colectividad es, por lo tanto, un proceso de identificación, conocimiento, conceptualización y autoincorporación de las potencialidades físico-biológicas, cognoscitivas, sociafectivas y psicomotrices, en los términos que se establezcan a través del proceso de ínterestructuración histórico, social y cultural de los individuos que la constituyen. De tal manera, que cuando no se es consciente de esto, se subvalora lo realizado, en tanto, no se tiene en cuenta el aporte que cada quien le hace a la realidad ni la acción de ésta en la vida de los individuos y la sociedad.

La conciencia valorativa del individuo y la sociedad es, entonces, la aprehensión de la conceptualización de valores, en tanto cualidades y significaciones socialmente positivas de las cosas, fenómenos y procesos que identifican al sí mismo y a la realidad. Dicha aprehensión se autoincorpora, a manera de autoatribución permanente de la persona en sí misma y, con base en ella, en el plano de la autoconciencia, se dará la reflexión constante de su cambio de actitud, siempre en correspondencia con el análisis que se haga del avance y exigencias de la realidad, llegando a los niveles de organización y participación que sean necesarios para el desarrollo de la sociedad.

El desarrollo de todo este proceso exige la conjunción permanente de la relación individuo sociedad. En donde los procesos determinantes deben inclinarse hacia el reconocimiento y desarrollo de las características individuales de cada persona. Para que a partir de ellas, crear las condiciones objetivas y subjetivas que faciliten la relación interestructurante de los seres humanos, culminando en niveles de organización y acción social que puedan proponer transformación social. O sea, para llegar al conjunto de individuos que se reúnen para trabajar (trabajo material, intelectual y político), transformar la realidad y transformarse a sí mismos, satisfaciendo sus necesidades fundamentales, creando nuevas y mejores situaciones de vida individual y colectiva.

Esta ha de ser la misión fundamental de la educación constituyéndose no sólo en medio de socialización de los miembros de la comunidad; forma de preparación e integración científica y técnica de sus nuevos miembros a la vida adulta, sino fundamentalmente, en proceso que puede llegar a implementar, a través de sus propuestas y acciones, la formación de individuos mejor preparados para enfrentar los cambios o transformaciones que exige la realidad, a través de la apropiación subjetiva que hagan del espíritu de la época, presente, en esencia, según la lectura que se haga de ellos, en la propuesta de Lineamientos y Estándares que hace el estado colombiano para todas las áreas, en particular en la formación en Ciencias, específicamente en las Ciencias Sociales.

Aspectos A Tener En Cuenta En Cada Núcleo Problemático Y/O Temático A Estudiar

Es de gran importancia que el docente se sitúe histórica y socialmente, con relación al tipo de país en el que desea vivir y para el que enseña. Cada docente, en lo que hace parte del llamado currículo oculto, consciente o inconscientemente, enseña para el país que quiere. Su grado de apropiación subjetiva de la realidad, expresa sus objetivos, intenciones y deseos. Se de o no cuenta de ello.

La propuesta que hacemos busca colaborar con la construcción de un Estado Social de Derecho, definido en la Constitución Política de Colombia de 1.991, de la que se desprenden los Lineamientos, los Estándares que iluminan las tareas que estamos empezando a implementar.

De igual manera, si analizamos los fundamentos filosóficos inherentes a los fines de la educación colombiana, los objetivos válidos para todos y cada uno de los niveles y ciclos en que está organizada la actividad educativa en el país y sus correspondientes NTC, caemos en la cuenta de que se derivan de la esencia de la norma magna.

Esto implica un tipo de institución educativa distinto del que predomina en el país. Unas prácticas docentes que faciliten experiencias científicas, pedagógicas, de convivencia, sustancialmente participativas que conduzcan a la formación de un nuevo ciudadano correspondiente con el espíritu de la época.

¿Qué es el espíritu de la época? Son las tareas, las acciones que el hombre debe adelantar, más allá de su búsqueda individual. Las cuales tienen un carácter ideológico y político de acuerdo al grado de aproximación científica que se posea de las necesidades históricas a satisfacer, para contribuir con el desarrollo de lo que existe. Esto supone que no sólo la sociedad debe estar presente en sus presupuestos de cambio, sino fundamentalmente, la naturaleza. En tanto la especie humana, es una parte de ella, siendo la única forma de demostrarlo el desarrollar acciones que dominen al máximo el medio natural, aproximándose al conocimiento profundo de sus leyes para cada día afectar menos de forma negativa su desarrollo, constituyéndose el ser humano en una fuerza determinante de ella, en su autoconciencia.

El espíritu de la época en la que estamos hoy en el proceso de desarrollo humano propone:

1.- Que los individuos participen consciente, libre y productivamente en la construcción de su propio destino y del espacio social del que se hace parte integral en términos económicos, científicos, ideológico, político. Sin que el apego a los bienes materiales ni la búsqueda de satisfacciones exclusivamente personales, sean lo fundamental en su vida.

2.- Que los individuos en sus sentimientos, pensamientos, palabras y acciones, busquen la construcción de una sociedad que los contenga, que los incluya;

Una sociedad que sepa manejar las contradicciones y/o conflictos característicos de su existencia;

Una sociedad que no anule, suprima o mate las diferencias;

Una sociedad donde las decisiones se tomen con base en el diálogo, la reflexión teórica y científica;

Una sociedad que sea producto del consenso en pro del bienestar general y donde la equidad sea la constante.

3.- Que los individuos sean conscientes de que su participación en los beneficios de la sociedad han de darse en correspondencia con el trabajo productivo (material, espiritual, científico) realizado por ellos. O sea, a cada quien según sus posibilidades y a cada cual según la identificación y esfuerzo desarrollado por satisfacer las necesidades propias y las de la sociedad.

Lo anterior nos muestra la necesidad de manejar una concepción clara de lo que se persigue en el proceso educativo, a la luz de lo establecido como marco de referencia teórico, metodológico y pedagógico por el estado colombiano a través de las NTC y demás elementos mencionados arriba. Esto no debe tomarse como falta de autonomía, sino como una expresión de lo definido en el artículo 77 de la ley 115/94, en correspondencia con el artículo 16 de la Constitución Política Nacional de 1991.

Esta misma relación, guardando las proporciones, se da en todos los fenómenos. No tratando con ello de preestablecer acciones o destinos, más si de reconocer que es lógico buscar y encontrar un mínimo de universalidad que demarca lo fundamentalmente necesario, lo esencial, alrededor de lo cual ha de darse la posibilidad de establecer consensos e integración material y espiritual.

Con base en la experiencia podemos afirmar que la nueva propuesta educativa, nace en el o la docente que convencido (a) de ella la busca. Ella será su expresión actitudinal, una meta conciente en su vida, de tal manera que él o ella hará de su existencia una expresión permanente, en todos lo escenarios en que se mueva, de ese fin conciente que busca, no sólo para sí mismo (a) y la institución en que labora, sino para la sociedad del contexto en que se mueve, del que hace parte ideológicamente y, fundamentalmente para la humanidad.

De lo afirmado se deduce que en el desarrollo de los temas, asuntos, problemas a estudiar siempre se han de tener en cuenta un conjunto de aspectos de manera integrada y simultánea, aunque eso implique la separación metodológica, no excluyente de cada uno de ellos, al explicarlos, con el fin de que el estudiante comprenda la participación de cada componente de la acción educativa.

Aspectos de gran importancia son las posibilidades de cada discente como individualidad. Constituida por las condiciones de los estudiantes, de sus competencias, y de la forma como los contenidos propios de las ciencias, procedimientos y compromisos a proponerse a través de la enseñanza puedan ellos adecuarlos, mediante un proceso de captación, asimilación y recontextualización, elaborando conocimientos, aprendiendo, desde lo que ellos son como sujetos, en última instancia, determinantes de su propio aprendizaje.

Lógicamente en este proceso incide también la posición que tenga el docente frente a uno u otro modelo pedagógico, como facilitador de experiencias de aprendizaje. Quien desde sus necesidades, conocimientos, procedimientos y grado de compromiso como sujeto en el proceso de enseñanza, escoge, reconstextualiza y facilita saberes, promueve procedimientos y asunción de compromisos, de acuerdo a las necesidades y condiciones del estudiante y su entorno.

Por todo lo expuesto es de gran importancia tener presente los siguientes aspectos, en la planeación de las actividades educativas a desarrollar con los estudiantes, en el marco de lo que aquí se propone:

  • Propuesta de vida presente en la Constitución Política de 1.991.
  • Fines de la Educación en Colombia.
  • Objetivos del nivel y ciclo en que se encuentren los estudiantes.
  • Tema, asunto, problema a estudiar.
  • Ejes generadores de las Ciencias Sociales, de acuerdo al tema y/o problema a estudiar.
  • Pregunta (s) Problematizadora (s)
  • Ámbitos conceptuales.
  • Estándares a implementar, de acuerdo al grado y ámbito de formación en ciencias, en correspondencia con el tema y/o problema a estudiar.
  • Información que tienen los estudiantes acerca del tema y/o problema a estudiar.
  • El entorno y sus necesidades.
  • Manejo de conceptos de los estudiantes acerca del tema y/o problema a estudiar.
  • Capacidad de captación y /o asimilación de los estudiantes.
  • Motivaciones de vida de los estudiantes.
  • Acciones de pensamiento a desarrollar.
  • Acciones de producción concretas a llevar a cabo.

Actividades A Realizar

El estudio de cada tema, asunto y/o problema, exige el desarrollo de las siguientes actividades:

Acciones Iniciales

Motivación.

Entendida como el proceso de sensibilización, realizado por el docente, que si bien es cierto se hace al comienzo, debe mantenerse durante todo el desarrollo de la actividad. Comprende los siguientes elementos:

  • Dar a conocer lo que se va a hacer.
  • Socializar los propósitos de la actividad.
  • Comunicar la importancia de la actividad.
  • Facilitar acciones de pensamiento a realizar.
  • Establecer acciones concretas a llevar a cabo.
  • Dar a conocer posibles compromisos a asumir.
  • Entregar a cada estudiante la guía de trabajo

Ejercicio Principal

  • Anotar en el tablero la pregunta problematizadora.
  • Escuchar las opiniones y/o conocimientos que sobre el tema y/o problema a tratar tienen los estudiantes
  • Hacer entrega de la (s) lecturas a realizar, como marco teórico o informativo central que delimita el tema y/o problema a estudiar.
  • Cada estudiante hace la lectura sugerida. Individualmente. El contenido de ella debe expresar elementos transdisciplinares necesarios en las Ciencias Sociales. Igualmente debe estar contenida y/o relacionada con los Ejes Generadores y los Estándares, de tal manera que facilite una visión integral al estudiante, acorde con lo propuesto en los Lineamientos del área. Haciendo parte del Plan General del área, del Plan de aula, en correspondencia con el Proyecto Educativo de la Institución
  • Cada estudiante debe desarrollar los siguientes momentos y acciones en su ejercicio diario mientras realiza la lectura que le sirve de marco u observa los acontecimientos, para el estudio del tema, asunto y/o problema, de acuerdo a la guía de trabajo que se le facilite:
    • Hacer una primera lectura general del texto sugerido, para formarse una idea general de lo tratado en ella.
    • Hacer una segunda lectura detenida, párrafo a párrafo del texto sugerido. Para extraer su significado esencial.
    • Reflexionar individualmente acerca del significado de lo leído.
    • Extraer las ideas principales del texto y anotarlas en su cuaderno.
    • Identificar las palabras claves que le dan sentido al texto leído y anotarlas en su cuaderno.
    • Anotar en el cuaderno las palabras desconocidas o de cuyo significado no se esté seguro.
    • Anotar en su cuaderno cada una de las preguntas que surjan de su reflexión individual. Estas pueden expresar dudas o deseos de profundizar en algún aspecto de lo leído u observado.
    • Dialogar acerca del significado de texto leído, con uno o dos de sus compañeros.
    • Anotar en su cuaderno cada una de las preguntas que surjan del diálogo con su (s) compañeros acerca de lo leído.
    • Responder por escrito, mediante explicaciones, cada una de las preguntas que se formule sobre lo leído.
    • Anotar en su cuaderno la importancia de estudiar estos temas y/o problemas en la vida del hombre hoy.
    • Anotar en su cuaderno las conclusiones a las que vayan llegando.
    • Identificar, enunciar y anotar en los cuadernos de apuntes, las temáticas históricas, sociales, económicas, políticos y culturales o de otras disciplinas de las ciencias sociales que se extraigan del texto, lectura, asunto o problemática que se está estudiando.
    • Elaborar un documento escrito que contenga los argumentos que respondan la (s) pregunta (s) problematizadora (s), que orientaron la búsqueda o el estudio realizado.
    • Preparar una exposición sobre el tema, asunto, problemática que se estudia y todo lo desarrollado en la actividad.
    • Es necesario que como producto de las actividades realizadas, el estudiante, desde sus posibilidades, esté en capacidad de reconstruir el texto leído, recreándolo con nuevas explicaciones, que den cuenta de que alcanzó los propósitos propuestos para la actividad.

  • Al máximo cada estudiante debe trabajar con sus propias palabras, interpretaciones y valoraciones, fortaleciendo su formación individual.

  • Todo el proceso de lectura y las actividades que realizan los estudiantes deben ser acompañadas y orientadas permanentemente por el docente, para poder tener indicios claros de lo que va haciendo cada alumno y establecer como va desarrollándose su proceso de aprendizaje. Identificando dificultades, limitaciones y aciertos, desde las posibilidades individuales de cada uno de ellos, proponiendo las acciones que faciliten y vayan mejorando la labor que realizan.

Ejercicios Complementarios.

  • Ver noticieros por televisión. Para ello se les informa acerca de los horarios en que se presentan y canales, para acceder a ellos según sus posibilidades.
  • Leer prensa escrita: periódicos, revistas.
  • Acceder a Internet. De acuerdo a sus posibilidades. Se les orienta la búsqueda, sugiriéndoles páginas donde hallar información.
  • Asistir a la biblioteca del colegio a consultar en textos, libros especializados, los contenidos presentes en la programación y en los estándares, relacionados con los temas, asuntos y/o problemas estudiados.
  • Asistir a la sala de informática de la institución a consultar en ella la documentación especializada que se encuentran en medio magnético, la información que encuentre acerca de lo que se está estudiando.
  • Observar los hechos de la vida cotidiana, estableciendo relación entre lo observado y lo que se está estudiando.
  • En el desarrollo de estos ejercicios complementarios, se le sugiere al estudiante que lleve a cabo las acciones recomendadas en cada uno de los momentos que tiene el trabajo pedagógico en el aula.

Metodología

El desarrollo de cada actividad ha de entenderse como un espacio, en el que cada persona, realmente presente en ella, concurrirá desde sus niveles de interpretación, análisis, elaboración y apropiación.

En este proceso cada estudiante tratará de ganar los elementos, conocimientos, competencias, que le permitirán identificar sus posibilidades y/o desarrollar lo que tiene elaborado acerca de las Ciencias Sociales, su expresión en sí mismo y la reflexión que tenga sobre su relación interestructurante con el contexto del que hace parte y en el que se mueve.

Los elementos conceptuales que se propongan se dialogarán, tratando de valorarlos alrededor de la experiencia y la reflexión histórica, política, social y cultural de cada persona que intervenga en la actividad teórica o práctica que se esté realizando. Esto con el fin de llevar adelante lo que se planee y poder establecer lo que se está alcanzando.

Como cada actividad será un espacio abierto, el estudiante tendrá que ir más allá del esquema de la pregunta-respuesta. Deben hacer el esfuerzo por situar la información o el conocimiento que se debate o se dialoga. Trátese del propio estudiante, docente, o cualquier persona involucrada en el trabajo, o del extraído de un texto, conferencia, libro, documental, archivo, etc.

Si es de carácter universal, deberá estudiarse teniendo en cuenta las circunstancias en las que fue elaborado, las necesidades que lo determinaron, para involucrarlo, en sus posibilidades en la realidad y actualidad de la cultura que se estudia sobre todo si es lo específico, lo regional o local.

De la misma forma, si es una información o conocimiento fundamentalmente singular. Hacer el esfuerzo por establecer y comprender, los elementos de ella, cuya validez sea para la realidad en que fue elaborado. De tal manera, que se pueda discernir qué aspectos se pueden constituir como un aporte a la vida del hombre.

Por lo tanto, indagar, investigar, tanto lo propio como lo hecho por otros es lo fundamental en el desarrollo de las actividades en nuestra área. Sólo así, se podrá construir pertinencia y pertenencia histórica, política, antropológica, cultural y social que facilite procesos de formación, de conciencia y de identidad, que puedan impulsar el análisis y valoración de los hechos sociales que se están dando en el país, más allá de los juicios políticos y de las prevenciones que coartan la posible y necesaria “imparcialidad”, que es lo que no permite aproximarse al máximo a lo que la realidad es.

Para el desarrollo de estos aprendizajes se hará uso de guías de trabajo, lecturas y explicaciones. Las cuales no estarán diseñadas de manera absoluta para instruir, ni para resolver directamente las situaciones planteadas en los núcleos problemáticos y matices temáticos. Se caracterizarán por ser herramientas de trabajo intelectual, que servirán de referente teórico, conceptual y metodológico, que facilitará y potenciará las habilidades, destrezas y capacidades necesarias para la búsqueda de información y conocimiento del estudiante al enfrentar y tratar de solucionar los núcleos problemáticos.

La finalidad de ellas es motivar al estudiante permanentemente para que las trascienda y así se supere a sí mismo en lo que él es como persona de acuerdo al nivel de elaboración de conocimientos que vaya alcanzando, propiciando investigación. La manera como el estudiante utilice estas herramientas de trabajo será un indicador de los logros alcanzados y de las competencias que desarrolle.

Dentro de la implementación de estas actividades es de gran importancia tener en cuenta las asesorías docentes. Estas se darán de manera presencial.

Se incentivará la utilización de la tecnología, fundamentalmente el uso de la red informática, de Internet, para la búsqueda de información. Sugiriendo páginas y portales en los cuales ellos podrían consultar y/o investigar elementos importantes de acuerdo a la actividad, núcleo problemático y matices temáticos que se estén desarrollando.

Evaluación

La evaluación hace parte del proceso de comunicación de los seres humanos. Todo pensamiento, palabra y acción del hombre, es una forma de reflejar activamente la realidad, expresa un proceso de valoración y, por ende, de evaluación de sí mismo, de los demás y del medio en que se encuentra.

Desde este punto de vista, la respuesta a la pregunta ¿qué evaluar?, debe apuntar a definir que el objeto de evaluación está constituido por todos los sentimientos, pensamientos, intenciones, propósitos, palabras y acciones de todos y cada uno de los estudiantes.

De esta forma, en la evaluación, se han de tener en cuenta los juicios valorativos de cada una de las personas que, directa e indirectamente, tienen que ver con el proceso académico y formativo alrededor del cual gira la actividad que se esté desarrollando.

Lo anterior determina que la finalidad de la evaluación no sea solamente la obtención de resultados. Sino, fundamentalmente, la identificación del proceso desarrollado, lo cual permite tener en cuenta el ritmo de trabajo individual, los niveles de motivación interna, las dificultades, deficiencias y limitaciones, ofreciéndose entonces la oportunidad de corregir los errores, obtener información para tomar decisiones, reorientar el proceso pedagógico-investigativo y mejorar su calidad.

Todo esto demuestra que la evaluación no puede reducirse al examen escrito u oral. Sino que debe ir a la observación, identificación y seguimiento de todo lo que el estudiante haga en cualquier momento y en cada espacio en el que él se mueva, dentro y fuera del aula. Lo que nos llevará a establecer niveles de introyección y expresión ética, axiológica, procedimental y cognoscitiva de ellos.

La evaluación a implementar será, fundamentalmente cualitativa. Girará alrededor del diálogo, de la reflexión, de la elaboración de ensayos, talleres, puestas en común o socialización de trabajos individuales o grupales, haciendo énfasis en labor independiente y práctica que realice, demostrando sus capacidades individuales.

Los parámetros a tener en cuenta en la evaluación serán:

  • Grado de conocimiento que tiene cada estudiante de su realidad, de su entorno y sus posibilidades.
  • Información y nivel conceptualización que maneja cada estudiante acerca de las temáticas y/o problemas a estudiar y de los núcleos problemáticos a desarrollar.
  • Grado de elaboración de conocimientos que va logrando el estudiante, como producto del trabajo que se va haciendo en el área y en el año lectivo que cursa.
  • Participación individual y grupal en cada clase. Sea en términos orales o escritos, teniendo en cuenta los parámetros anteriores.
  • Grado de apropiación discursiva que va desarrollando y su expresión actitudinal, en los niveles interpretativo, argumentativo, propositivo y aplicativo.
  • Responsabilidad y compromiso ético-valorativo que comprende: asistencia, puntualidad en la llegada, entrega de trabajos a tiempo, seriedad, autenticidad y creatividad en su participación y en todas las actividades que realice.

En ese sentido, el alcanzar los logros, estará determinado por el manejo de los conceptos, más la demostración práctica de que los utiliza o de lo que hace o soluciona con ellos, con lo que sabe, sus competencias, en el marco de referencia que le delimite el núcleo problemático, objetivos y ámbitos conceptuales y las NTC.

Los instrumentos a utilizar en la evaluación, dependerán de las circunstancias y de las actividades que se vayan a desarrollar en un espacio y momento determinado. Haciendo énfasis en la observación, las entrevistas, encuestas, juego de roles, trabajos prácticos y de investigación, elaboración de escritos, pruebas objetivas, talleres, visitas, participación en conversatorios, etc.

Estrategias Pedagógicas

Lecturas autorreguladas

Actividades grupales

Elaboración de ensayos y escritos en general

Elaboración de mapas conceptuales

Socialización en plenarias

Lluvia de ideas

Debates

Conversatorios.

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VEGA CANTOR RENÁN. IDEP Déjennos Hablar. Arte y Fotolito Arfo. Santa Fe de Bogotá.

Autor: Jairo José Castañeda Gutiérrez
Correo electrónico laluzdelposte@gmail.com

Esta propuesta es parte fundamental del informe final presentado por el autor al culminar su participación en los encuentros de Formación de Formadores en Estrategias de Apropiación de Estándares de Competencias Básicas y Ciudadanas convocados para el Caribe colombiano, por la subdirección de Estándares y Evaluación del MEN y la Asociación Nacional de Normales Superiores, en los meses de mayo,septiembre y noviembre del año 2006.

domingo, 24 de junio de 2007

HACIA OTRA VISIÓN DE LOS PROBLEMAS SOCIALES

ELABORADO POR JAIRO J CASTAÑEDA GUTIÉRREZ
Correo electrónico: laluzdelposte@gmail.com

Se entiende por problema, toda contradicción, exigencia o esfuerzo que debe hacer el hombre, como sujeto de su propia realización, en su relación con la naturaleza, sus semejantes o consigo mismo, para transformar la realidad de la que hace parte, transformarse, producirse a sí mismo subjetivamente y, en última instancia, satisfacer sus necesidades fundamentales. Este hecho ha sido característico durante toda su existencia como ser histórico.

Los problemas son propios de la existencia humana. No necesariamente son expresiones negativas. En esencia son propulsores de movimiento, desarrollo, progreso. Esto dependiendo de la concepción ideológica, política y teórica que tenga quien lo vive o detecta, así como de su capacidad de percepción, de sus estructuras mentales, en el marco de las condiciones materiales (históricas, sociales, científico-técnicas), que el hombre en su desarrollo ha podido crear, en cada período determinado de su existencia.

Tradicionalmente, se ha entendido por problema sólo a la oposición entre dos o más fuerzas, elementos, personas o grupos sociales, que en muchos casos ha llegado al antagonismo. Haciendo énfasis en lo negativo de dicha oposición o enfrentamiento. Casi siempre se ha orientado hacia uno u otro extremo de la contradicción, en la búsqueda de un ganador o perdedor. Pretendiendo el vencedor (casi siempre el que detenta el poder económico y político) anular al opositor o vencido. De hecho en la gran mayoría acontecimientos de la historia humana lo ha logrado.

Esto ha sido así en correspondencia con las estructuras sociales que el hombre ha desarrollado históricamente, desde la descomposición de la Comunidad Primitiva, y la aparición de la propiedad privada hasta hoy en el apogeo de la globalización como etapa que caracteriza al capitalismo en la actualidad. Este proceso, el surgimiento de la propiedad privada y las clases sociales, aunque fue progresivo para el desarrollo humano en su surgimiento, crecimiento y plenitud, en la medida en que impulsó el desarrollo económico, científico, tecnológico y fue mostrando los niveles de vida que el ser humano podía ir logrando. En el fondo, en la medida en que sus frutos se fueron concentrando más y más en unos pocos, facilitó la comprensión y consolidación en el ser humano de una posición ideológica egoísta, individualista, que ha llevado a los niveles de exclusión, salvajismo, violencia, intolerancia e indolencia a que se ha llegado hoy.

También se ha considerado problema a todo tipo de dificultad encontrada, discrepancia o insatisfacción que tiene o siente el ser humano en el marco de la situación en que se desenvuelve. O sea, cuando se habla de problema, se le ha asociado principalmente con lo negativo, con lo que obstaculiza el avance de la vida humana. Todas estas definiciones están ligadas a las limitaciones teóricas, de comprensión y proyección del individuo y la sociedad frente a su realidad. Lo que no niega el grado de adelanto en el conocimiento que se ha logrado en cada época histórica.

Estas limitaciones están determinadas, por un lado por las intencionalidades materiales, que hasta hoy han caracterizado la búsqueda de soluciones, de nuevas y mejores situaciones de vida en la existencia humana. Por otro lado, la manera como la misma realidad se muestra, caracterizada por su movimiento incesante, dándose a conocer de forma gradual, nunca definitivamente y acabada.
Aunque antes de hacer algo, de dar cualquier paso, el ser humano lo piensa o elabora mentalmente, presentando el resultado como algo que ya tenía existencia ideal, este pensamiento se encuentra preñado, casi en lo absoluto, en la mayoría de los casos, de la existencia material, de lo externo a él.

Cada día que pasa, es más creciente la tendencia a depender de elementos materiales que no responden a su voluntad conciente como ser social. En tanto debe amoldarse o adecuarse a lo que encuentra. De ahí que esté sujeto no a niveles de planeación colectiva, social, conciente, sino a planeaciones individuales y/o grupales que persiguen intereses o satisfacciones para los que la realizan, desconociendo la participación del resto de la sociedad. De esa manera, lo que sigue estando seguro es el caos y la concentración de poder y riquezas en quien más fuerza aglutina, sin tener en cuenta leyes sociales, que en última instancia, son parte constitutiva, como continuación dialéctica de las leyes naturales y universales, en cada contexto en que se mueva el ser humano, independientemente de su situación.

De esta forma, la economía que debería responder de manera racional a la percepción, elección y planeación de acciones que él hiciese para satisfacer sus necesidades básicas, como ser social, termina marcándole la pauta al hombre, como si ella tuviese vida propia y determinara en sí misma el libre juego de la oferta y la demanda, respondiendo, en última instancia, al querer individual de cada capitalista o del grupo de ellos que trata de controlar el mercado, atiborrándolo y determinando el desperdicio de una gran cantidad de fuerzas productivas, así como de las posibilidades de vinculación directa de grandes sectores de la población a los procesos productivos, lo que los obliga a ser parte de la economía informal, propiciando las condiciones para que se generen posiciones ideológicas cada vez más individualistas, egoístas, en última instancia, lumpezcas que acrecientan y agudizan los niveles de enfrentamiento social.

En estas circunstancias, cuando se logra cierto grado de solidaridad, es hasta donde cada quien necesita del otro para conseguir lo que necesita. Cuando cada quien va logrando lo que busca, vuelve a manifestarse en niveles más profundos quizás, el individualismo. Esto en nuestro país es altamente notable. “Aparte de la indigencia, pobreza y marginación que implica una condición tan desaventajada, hoy el 60 por ciento de la población económicamente activa del país no ha ingresado a la economía formal; es decir, esta población busca desarrollar algunas de sus capacidades y habilidades en condiciones de extrema precariedad, que le impide aprovechar sus potencialidades y obviamente garantizar unos ingresos que le permitan alcanzar mejores condiciones de vida en el futuro. En estas circunstancias, la sociedad colombiana está desperdiciando una altísima proporción de su capital humano, físico y medioambiental para generar riqueza colectiva como una de las condiciones necesarias para avanzar en la inclusión social. Una sociedad que no construye un proyecto colectivo y una riqueza social, evidentemente no logra garantizar unos estándares razonables de bienestar para la gran mayoría de su población”. (Garay 2002).

En esencia, lo inmediato, lo superficial determina las reflexiones del ser humano, predominando en ellas la búsqueda de la subsistencia. Por ello, es más fácil antagonizar, hacer oposición como sinónimo de exclusión, sin valorar y/o reconocer lo que el otro hace, expresa y/o aporta.

Cuando se habla de voluntad conciente nos referimos a la capacidad de decisión, elección, disposición, intención profunda, presente en los niveles de atención, de búsqueda, de recolección de información, de investigación, de reflexión, de elaboración de conocimientos, que son condición indispensable para la realización de acciones que han de conducir al progreso, no sólo del individuo, sino, fundamentalmente de la comunidad, de la sociedad, del contexto singular y universal en que se está inscrito.

Todo paso que el hombre da y/o debe dar es problema. En tanto exige unos niveles de pensamiento, indagación, reflexión teórica y de materialización, que han de aportar soluciones, de acuerdo a la mayor o menor aproximación que tiene de las necesidades de la realidad en que está inscrito, de la identificación y estudio de esa situación problemática, así como de los intereses que se juegan en el proceso de interrelación social que se establece entre los seres humanos involucrados.

En este sentido, el que un problema sea simple o complejo, lo determina no sólo su naturaleza interna, sino, fundamentalmente, la estructuración ideológica, política y cognoscitiva, del hombre como sujeto consciente y participante en él. De tal manera, que entre más exigente sea la problemática enfrentada, más voluntad consciente, más atención y mayor preparación teórico científica necesita la persona que participa en él, en la búsqueda de las soluciones que él exija pertinentes.

Lo ideológico, como conjunto de principios, producto de la experiencia y de la reflexión que se da en la participación activa o pasiva del individuo en el marco de la clase o grupo social del que hace parte y de la sociedad en que está inscrito, da razón de la conducta del sujeto, a veces sin explicitarlo claramente o sin ser consciente de ello. En este sentido se manifiestan antipatías o simpatías por ideas, hechos, personas, grupos sociales, estilos de vida, que la gran mayoría de las veces no corresponden ni con la ubicación socioeconómica que se tiene, ni con las necesidades históricas del momento o período, de acuerdo a lo que sería pugnar por el desarrollo humano de la sociedad. Lógicamente, toda esta serie de comportamientos y actitudes, hacen parte de los elementos culturales dominantes o no de la sociedad local, nacional o mundial.

Lo político, es el proceso de orientación de vida en el sentido que se propone una persona, un grupo o clase social o el Estado como ente jurídico e ideológico situado históricamente. Posición que se asume frente a una realidad, expresada en unas relaciones sociales de propiedad, producción distribución y consumo, que definen la situación de vida individual y colectiva de los miembros de una sociedad determinada. En este aspecto, lo básico, es la definición individual o grupal frente a si se considera propietario o no de tierras, maquinaria, espacios de producción, etc. Y la consiguiente postura ideológica ante esos bienes, conciliadora o antagónica ante los que poseen menos o no poseen propiedades.

Por lo que su subsistencia, vida económica y social, depende de la posesión de dichos bienes. Esta posición puede ser de apego absoluto, dependencia de lo material, característica de poseedores y desposeídos, o puede ser una posición racional de identificación, cuidado y desarrollo del papel que pueden jugar los bienes materiales en la vida del hombre, o puede ser una postura extrema de rechazo absoluto de lo material, o de considerar indispensables algunos aspectos materiales y otros no, etc.

Lo anterior indica que desde la aparición de la propiedad privada, las relaciones sociales y, por ende, el enfrentar conjunto de los problemas sociales, tuvo otro carácter. Pues de la posición de apego, defensa, dependencia absoluta o lo contrario, que se sienta, que se experimente, deseé y guíe la vida del individuo o el grupo social o al Estado, dependerá su intervención radical o no en la solución de los problemas y, por ende el grado de agudización de ellos y su conversión en conflictos, casi irreversibles, irreconciliables, que conllevan a posiciones sumamente violentas.

Desde este ángulo, lo ideológico y lo político, son parte sustancial de los problemas sociales, en tanto irradian percepciones u orientaciones que han de guiar al individuo o a los grupos sociales, al Estado mismo, a enfrentar una situación social, singular, particular o universal, en el espacio en se esté moviendo, en un momento histórico determinado.

PROBLEMA Y CONFLICTO
En esencia, el conflicto es lo mismo que el problema. Las mismas connotaciones tradicionalmente válidas para conceptuar problemas están vigentes para los conflictos. Metodológicamente, atenderemos una diferenciación, tendiente a calificar como conflicto, la fase antagónica irreconciliable de los problemas sociales. Aquella en que las partes, los sujetos, toman conciencia de su papel en la resolución de la situación, desde el paradigma de conocimiento, y la perspectiva ideológica y política que los identifica y determina, propiciando enfrentamientos que van atravesando por etapas que tienden a agudizarse, en tanto, las condiciones materiales, ideológicas y políticas que lo crearon, no cambian hacia el objetivo fundamental que motiva a cada uno de sus agentes protagonistas.

El conflicto, en tanto proceso de toma de conciencia de las contradicciones o problemas que enfrenta el hombre en su vida y forma de actuar de acuerdo al grado de comprensión y de apropiación que se tiene de dicha situación, es consustancial e inevitable en toda su existencia. Es así como la vida misma del hombre encierra un conjunto de exigencias o contradicciones a las que él debe responder, constituyendo el eje de sus actividades.

En un comienzo el enfrentamiento del hombre es con la naturaleza. No sólo como exterioridad, sino fundamentalmente como interioridad, en tanto le corresponde controlar y regular su intercambio de fuerzas con la naturaleza fuera de él, con sus semejantes y, fundamentalmente, el dominio de su sí mismo, que implica ir más allá de sus propias percepciones, apetitos y deseos. Todo esto es conflicto, en la medida en que requiere análisis, reflexión constante y, sobre todo, el desarrollo de niveles cada vez más altos de voluntad conciente, que le permitan tomar decisiones más acertadas. Esto le ha sucedido al ser humano en toda su existencia, lo ha caracterizado.

En el plano de sus relaciones sociales con sus semejantes, se establecen nexos indispensables, necesarios, alrededor de la actividad productiva, la cual es fundamental, imperativa, determinante, en última instancia, de sus medios de existencia. Sin la cual el hombre no tendría los bienes materiales, el desarrollo tecnológico, ni prestaría los servicios que su vida precisa y mucho menos, desarrollaría los niveles de conceptualización y de elaboración de conocimientos imprescindibles en su interés por dominar cada día más la naturaleza, que lo incluye a sí mismo.
El sólo hecho de pensar en relaciones sociales, significa enfrentar niveles de conflicto, a partir de los diferentes grados de conocimiento, valoración, empatía, afectividad, emociones, de y hacia cada ser humano con el que se interactúa, cualquiera que fuese el campo de su acción, espiritual o material. Esto en la medida en que las relaciones entre las personas son interestructurantes, o sea, cada quien le aporta al proceso, al otro, conciente o inconcientemente desde lo que es. Lo que significa, que desde el paradigma de vida, desde los conocimientos, los intereses de cada quien, se desarrollan acciones, las cuales serán más fructíferas, en la medida en que se renuncie concientemente, al máximo, a la individualidad en pro del otro, de la colectividad, de la humanidad. Lo cual no significa olvidarse de la identidad personal, que encierra y expresa lo que el individuo es como ser social, género, generación, etnia, colectividad, cultura en cada uno de los roles que desempeñe en la sociedad.

Realmente el desarrollo capitalista arroja día a día más y más personas a la pobreza. En la medida en que los medios de producción y el producto del trabajo, en cuya elaboración participan las mayorías, se concentran en pocas manos, se va incrementando la injusticia social, los pobres son cada día más. Al mismo tiempo, se van generando las condiciones sociales objetivas o materiales para que los niveles de solidaridad entre los que sufren la injusticia social sean mayores, en tanto se comparten grados de miseria material más profundos.

Sin embargo en términos ideológicos y políticos la posición predominante en ellos, es la búsqueda de la oportunidad que permita su participación en esos procesos de concentración de medios de producción y de riquezas por cualquier medio posible. Generando las condiciones subjetivas, no para la cooperación, la organización social y el actuar conjunto en contra de la injusticia y la exclusión social, sino para la corrupción, lo ilícito, la satisfacción individual. Si analizamos dialécticamente esta situación, el no poseer bienes materiales debería facilitar la necesidad de no depender de ellos. La comprensión de cual es su lugar en la existencia humana.
El identificar los elementos materiales indispensables para vivir, buscando superar la conceptualización predominante en la sociedad capitalista de consumo que sitúa como necesario lo superfluo, aún por encima de lo, en última instancia, determinante. Simultáneamente comprender lo nocivo que para la existencia humana ha sido el depender ideológicamente de la búsqueda de bienes materiales y como el futuro del ser humano, en lo que a su estabilidad volitiva, valorativa, ideológica, está ligada a una autoconciencia social, en la que prevalezca el conocimiento de sí mismo y de los necesarios niveles de ínterestructuración de todos los individuos, en la búsqueda de la solución social, colectiva de los problemas y/o conflictos.

Esto exige unos niveles de racionalidad y una disposición individual y colectiva más profundos que los predominantes en la generalidad de los seres humanos que padecen la injusticia social. Lo cual no niega la posibilidad y la necesidad de transformar esta situación.

Todo esto es conflicto. En sí no es sólo negativo. Es un proceso positivo, natural en la vida del hombre. Obedece a una etapa del desarrollo histórico llamada a ser superada. El considerar los conflictos solamente negativos, está ligado a la no comprensión profunda de las razones de su existencia. La salida no es, en consecuencia, la supresión absoluta de ellos, lo cual es una utopía. La búsqueda debe ser la construcción de una sociedad que tenga mejores conflictos y, sobre todo, que aprenda a manejarlos.

Esto, quiera reconocerse o no, es el norte hacia el que marcha el ser humano. Hacia allá apuntan, inconcientemente muchos de sus actos, aunque desde la certeza individual, haga lo contrario, demostrando desconocimiento de hacia adonde conducen sus propias acciones.

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Este trabajo se publicó en Cd como parte de las memorias del primer encuentro de docentes del programa de Trabajo Social de La Universidad De La Guajira Extensión Maicao, que se desarrolló el 6 de diciembre del 2006

En lo fundamental, hace parte del Módulo de Problema Social del Segundo Semestre del Programa de Trabajo Social La Universidad de La Guajira, Extensión Maicao, elaborado por el autor de este escrito en el año 2005.