ELEMENTOS TEÓRICOS
PARA UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA
Elaborado por Jairo
José Castañeda Gutiérrez
En
el proceso de desarrollo de las actividades que los seres humanos realizan para
satisfacer sus necesidades fundamentales, la comunicación de los conocimientos,
valores, habilidades que lo sustentaron y los construidos en dicho proceso y
posibilidades, juega un papel primordial. En ese sentido existen dos discursos esenciales, utilizados por las personas para
diseñar, planear, dirigir, ejecutar y explicar las actividades que ellas realizan,
en su dinámica diaria, dándole existencia a su vida, elaborando su contexto, involucrándose
y modificando simultánea y constantemente el existente al que, en última
instancia, pertenecen.
Un
primer discurso corresponde a las construcciones específicas, naturales, que
identifican el modo de vida propio de cada persona, grupo y/o clase social, comunidad
o sociedad en un contexto histórico cultural determinado. Dentro de ellas el
lenguaje, juega un papel determinante, sobre cuya base se elabora el
conocimiento, como una construcción específica también. Lo cual indica que ha
de tener su propia lógica, su concepción de verdad, de y su validez, su
estructura sintáctica, semántica y pragmática.
El
otro discurso es el llamado formal, correspondiente a niveles de elaboración
más estrictos, rigurosos, profundos que obedecen al uso consciente de métodos y
metodologías que al desarrollarse, se convierten en dispositivos, paradigmas, tecnologías
(conjunto de criterios que orientan, permiten y facilitan el uso del
conocimiento científico o no en la vida diaria y/ o práctica de los seres
humanos) dirigiendo los procesos de elaboración de sentimientos, pensamientos, datos,
ideas, información, conocimientos, hipótesis, demostraciones, teorías, que le
darán una significación más profunda a la vida de quién los posee, en el
desempeño de sus funciones como ser social en su contexto no sólo individual,
específico, sino también local, regional, nacional y mundial, asimilando estos
niveles de participación en la vida, como elementos conceptuales inherentes a
su elaboración contextual.
Lógicamente
la estructura sintáctica, semántica y pragmática de este segundo discurso
explicativo de las actividades humanas, es más elaborada, más consciente, más rigurosa,
más profunda, siendo una de sus tareas centrales, comprender, explicar, enriquecer
la construcción del primer discurso, para facilitar su existencia y contribuir
al desarrollo de sus portadores, en la medida en que estos son, en última
instancia, espacio y medio de su sustento, su comprobación, su validez y fuente
de sus futuras formas de ser.
En la
educación, entendida como proceso mediante el cual un grupo social o sociedad
determinada, facilita a sus miembros el aprendizaje de conocimientos,
habilidades, valores, creencias, costumbres, hábitos, tecnologías, para
integrarlos a las diferentes actividades que se realizan en su interior, promoviendo su identificación
como seres humanos específicos y universales, se manifiestan los dos discursos simultáneamente.
Estos se dan de acuerdo al nivel de desarrollo y profundidad de vinculación
histórica y cultural que requiere la sociedad de que se trate, a partir de las
necesidades que exija satisfacer cada espacio y momento del desarrollo de ella.
En
el Proceso Enseñanza Aprendizaje Escolarizado (PEAE), en cualquiera de sus
niveles y ciclos, desde educación preescolar hasta educación superior, en
postgrado (especialización, maestría, doctorado), los dos discursos interactúan
permanentemente, en una contradicción constante, que implica la necesidad de irse
acercando a niveles de elaboración cognoscitiva más profunda, el conocimiento
científico, que garantice una mayor aproximación a la construcción y
explicación conceptual coherente de las regularidades más generales y/ o
esenciales que determinen la existencia del objeto de estudio, como parte específica
de la realidad estudiada, intervenida, modificada y/o transformada en nuevo concreto pensado, de
la que se derivarían cambios materiales
de la experiencia y la existencia humana.
Aunque
la meta en el PEAE, como parte y momento de desarrollo del proceso educativo,
es contribuir a que el estudiante alcance los niveles de elaboración más profundos
del segundo discurso, nunca debe promoverse ni darse la negación y separación
absoluta de él con el primer discurso, ya que este constituye, en la mayoría de
los casos, el punto de partida y la fuente del segundo, así como su espacio de
verificación y comprobación.
Desde
lo expuesto se puede pensar que una de las posibles razones que, en última
instancia, determinan la inapetencia de los estudiantes hacia el aprendizaje de
los conocimientos elaborados en el nivel del segundo discurso, sea el énfasis
que se hace por parte de los docentes en su enseñanza, abordándolos de manera
casi absoluta desde la sintaxis, la semántica y la pragmática que los
identifica profesionalmente en las áreas del conocimiento y la formación en que
se desempeñan, desconociendo la sintaxis, la semántica y la pragmática
características del lenguaje específico de los estudiantes, en los que
predomina el primer discurso, o sea, las elaboraciones propias de su ser
personal y social.
Es
posible que si el docente logra comprender y traducir sus argumentos elaborados
desde el segundo discurso, característico del área del conocimiento y la
formación inherentes a su desempeño, al lenguaje específico del primer discurso que lo identifica como
sujeto natural, parte de un y su propio contexto, elaborados en el desarrollo
de su vida como ser personal y social, pueda comprender más profundamente la
diversidad de discursos que caracterizan e identifican a sus estudiantes y logre
establecer los niveles de comprensión y elaboración que poseen y pueden alcanzar,
a partir del esfuerzo que haga acercándose a la sintaxis, la semántica y la pragmática
de ellos, para así enseñarles a acercarse a la construcción de la sintaxis, la
semántica y la pragmática del segundo discurso presente en las áreas que
enseña.